San Juan de Aragón, tierra de impunidad
José Antonio López Sosa viernes 26, Mar 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
La tarde de ayer recibimos una denuncia en torno a una escuela pública llamada “Nepal”, que se ubica en la calle 509 de la Unidad San Juan de Aragón en la Ciudad de México. Un grupo de personas cerraron poco después del mediodía los accesos y amenazaban con piedras y palos a autoridades, maestros, otros padres de familia y alumnos que se encontraban dentro, el motivo era una supuesta golpiza que una inspectora propinó a una madre de familia. Nos avocamos a investigar y al parecer fue exactamente al revés, una madre de familia parece haber agredido a dicha inspectora.
El hecho es que violentamente literalmente secuestraron al personal de esta escuela. Al llegar elementos de Seguridad Pública custodiaban –o cuando menos lo intentaban—las instalaciones pero en ningún momento detuvieron a persona alguna con todo y que aventaban piedras, palos e incluso amenazaron con destruir automóviles de alrededor que presuntamente le pertenecían al personal de dicha escuela.
Sabemos que en la Secretaría de Educación Pública existen severos problemas internos, evidentemente las autoridades correspondientes no atendieron nuestra solicitud como medio de comunicación y dejaron al olvido lo mismo maestros que alumnos. Lo que más preocupa es la actitud de la policía, resulta que nada pueden hacer al respecto, luego entonces ¿para qué están?. De pronto eran más de 20 oficiales y ninguno ponía un alto a la situación.
Alrededor de las 9 de la noche los manifestantes decidieron poner fin al bloqueo y permitieron la liberación de los trabajadores en dicha escuela.
No hubo una autoridad de la delegación, del gobierno del Distrito Federal, de la Secretaría de Educación Pública o de algún órgano responsable que se presentara y resolviera este grave problema, ¿en dónde vivimos pues?, ¿en el país y la ciudad de la impunidad?, ahora bajo cualquier pleito un grupo de personas puede dejar secuestrado por horas a personal, padres y alumnos de la Secretaría de Educación Pública. La respuesta de un funcionario de la SEP fue: “así protestan los padres de familia”, ¡qué cosa!, o sea que hay que acostumbrarnos ya a ello.